miércoles, junio 21, 2006

En la ciudad de no pasa nada...


El día de hoy, mientras me dirigía a las labores diarias, me pasaron una serie de acontecimientos interesantes que quiero compartir con ustedes.


Primero al llegar al metro la enorme fila para comprar los boletos me saco un poco de pedo: Chale, porque habrá tanta gente?, pensé extrañado, ya que por lo regular a esas horas de la madrugada no es común ver tanta gente esperando por los boletos de acceso. Tomé mi lugar en la fila y esperé un poco. Durante la espera, empecé a pensar en un sin fin de pendejadas que hoy en día llamamos “preocupaciones” y que consideramos importantes en nuestra vida, como lo que tenía que hacer llegando a la chamba, mis deudas por vencer, a que hora era el partido de México, etc., y entre tantas cavilaciones estúpidas me di cuanta que la fila no avanzaba… chale que chingados estará pasando ahora?. Un ñor que estaba detrás de mi al oír mi pensamiento en voz alta me dijo: “es que no hay cajera joven, de seguro fue al baño” bueno, pensé, todos tenemos derecha a ir al baño de vez en cuando… el cagar es una de las pocas necesidades que se pueden considerar de a huevo, es decir, que no hay elección entre si la llevas a cabo o no.

Después de varios minutos toda la tolerancia que me había brindado el ñor de atrás con aquella explicación se había consumido… ¡inche vieja!…pos que tendrá diarrea o que?... o hasta donde estará el baño?... o habrá ido al baño de su casa?.

Mi molestia aumentó cuando de pronto se me acerca un tipo de esos de aspecto gandallezco y aca bajita la mano me pregunta: ¿quieres boletos carnal?. Me sentí como cuando vas a un concierto y en la entrada te abordan los revendedores con preguntas similares y en efecto, este güey era precisamente eso: un revendedor de boletos del metro… chale.

Al principio varios carnales de la fila (incluyéndome) lo mandamos a la china, pero quince minutos después y al ver que la cajera no daba señales de llegar nos vimos en la penosa necesidad de preguntar de a como por un boleto. Dos cincuenta, nos dice el gandalla. La neta es que me dio un chingo de coraje pero a final de cuentas terminé dándole los pinches 2.50 por un boleto del metro.

Me encaminé hacia los torniquetes y de pronto cuando estaba echando mi boleto de 2.50 baros ví a la cajera la cual ubicaba perfectamente ya que por lo regular siempre compraba los boletos ahí. Estaba plácidamente platicando con un policía. Otra vez chale, no me pude contener y después de brincar el torniquete me acerque a ellos y les dije: “oigan disculpen, pero tuve que comprar un boleto con un revendedor porque no hay nadie que atienda la taquilla y hay mucha gente” los dos me miraron con cara de “no estés chingando” pero solo el policía me respondió: “y porque anda comprando boletos en reventa? No sabe que eso es un delito?” la cajera volteó el rostro para disimular una risita que el comentario del poli le provocó, y en lo que respecta a mí, estaba indeciso entre mentarle la madre y armar un lío o bien ignorarlo como el pendejo que era y aprovechar el poco tiempo que tenía para llegar a chambear. Decidí tomar la segunda opción y seguir mi camino hacia la chamba.

Ya en el vagón del metro los pensamientos comenzaron a fluir nuevamente, pero ahora, cavilaba entre las ya comentadas “preocupaciones importantes” y la situación con el poli y la cajera. “Chale, le hubiera mentado su madre”, pensaba mientras el metro se llenaba más y más. De pronto, cerca de mi, un sujeto le grita a otro: “cálmese pendejo, regréseme mi cartera” comenzaron los forcejeos, la gente se sacó de onda, y en eso, el tipo al que le habían gritado sacó una navaja de su bolsillo “”que estas de escandaloso güey!”. Todo mundo trató de hacerse a un lado, (incluyéndome). Se escucharon algunos golpes. Una señora gritaba: ¡jalen la palanca! Por un momento el caos predominó hasta que al fin, el metro llegó a la estación siguiente. Muchos se bajaron entre ellos el tipo de la navaja y agredido, pero paso algo extraño. Cuando el personal del metro llego a rearmar la palanca que alguien, gracias la grito de la señora, había jalado, nadie de los que estaban cerca dijo nada todos se quedaron callados. El vigilante del metro metió su llave y el metro continúo su marcha como si nada hubiese pasado.

Chale que mañana tan rara pensaba mientras me dirigía hacia la salida del metro y donde tomaría el micro que me llevaría hasta mi chamba.

Me apresuré a tomar la enorme fila para subir al micro. Ya era tarde. Al subir pagué mis acostumbrado 3 pesos, y cuando estaba a punto de pasar el chofer me dice: “Son 5 baros amigo” “¿cinco?, que ya subió? Normalmente pago 3..” le comenté tratando de obtener explicaciones, pero solamente recibí un “ no hay unidades”. chale de nuevo, “y que culpa tenemos que no haya unidades?” “son cinco baros… si no quiere pos bájese”. Uta ma… mire el reloj una vez más… se hacia tarde y la gente comenzó a gritar: “ya súbele”, si vas a pasar o no?”. Pagué de mala gana y tome mi asiento.

Ya iba realmente encabronado, como era posible que tantas cosas pasaran? y más aún, la idea de ser reprendido por llegar tarde pasaba ya por mi mente. En esas estaba cuando se sentó junto a mi una chica. Era la típica chica de oficina, con traje sastre (que me parecen cagadísimos) y tacones altos. Mmm, la chica no estaba chiquitiguau pero si lo suficiente como para despejar mis pensamientos en ese momento, además de que al igual que yo se veía un poco enojada. “¿también te cobraron 5 pesos? Me preguntó, “Sí, me dijo que porque no hay unidades”, “mmm, pues como va a haber si andan en un mitin de apoyo a un candidato en el centro”.

El viaje fue un poco más ameno, pero al llegar cerca de donde tenía que bajar el tráfico se intensificó de forma considerable. “Chale, y ahora?” pensé una vez más. La chica la notar mi preocupación me comentó: “es por el tianguis, algunos puestos invaden los carriles de la avenida y por eso se hace el relajo, así que si ya estas cerca mejor camínale”. Al ver la situación decidí hacer caso de la recomendación. Baje del micro y comencé a caminar entre los puestos del tianguis que invadían 3 de los 4 carriles de la avenida. Cuando pasaba por entre los puestos me pude percatar que el problema de que no avanzara en tráfico en el único carril era que un policía discutía con un taxista. Lamentablemente me toco ver la escena en la que el taxista solucionaba el problema dándole al poli un billete “disimuladamente”. Chale por enésima vez, pinche corrupción.

Al llegar a mi chamba reflexionaba acerca de la bola de cosas ocurridas y no pude evitar pensar en la jodidez en la que vivimos. Inche ciudad llena de gandallas que roban, de güeyes que abusan, y de gente que al igual que yo se quedan callados y no expresan nada, pero también, a quien se le puede expresar toda esta mierda?

Las autoridades en las delegaciones rara vez te hacen caso y lo único que consigues es perder el tiempo entre un mar de burócratas pendejos que solo te ponen a llenar formas y te dicen: “espere”. Y aún así en este tiempo de elecciones no damos importancia a la gran oportunidad que tenemos de cambiar esto, digo, no crean que soy como los gueyes de los comerciales que dicen que en un año solucionan los problemas que desde hace un chingo tenemos, la neta creo que el solucionar todos estos problemas no es chamba de un año ni de 6, pero lo que si es que creo que debemos abrir los ojos ante un gobierno que nos tiene de la chingada y que aún así con todo lo que vemos nos meten propaganda pendeja en la que se descalifican unos a otros…como queriéndonos mostrar cual de todos es más gandalla… en verdad creo que este tipo de comerciales y propaganda lo único que hace es atentar contra la inteligencia del pueblo.

No faltará el güey que al leer esto diga: “chale nos quieres decir por quien votar” pos nel, lo único que les digo es que hay que tomar conciencia de lo importante que es la decisión que tenemos en puerta y que consideren bien la opción antes de dar su voto a cualquier pendejo solo porque sacó un comercial donde acusa mas que el otro. En corto, a mí en lo personal si votan por la derecha… o por la izquierda… o por abajo… me vale madres sin ofender...

Lo que si es que no se dejen llevar por falsa información o correos pendejos donde aparecen historiales académicos o presentaciones truqueadas o que si las manos sucias o limpias… inches ideas de gueyes que se creen creativos güeee!! y que solamente desinforman. Chéquense las propuestas, evalúen y denle la importancia que amerita. No permitan que esto sea un reality show mas o que pase desapercibo… al cabo hay un chingo de fútbol no?

Recuerda esto la próxima vez que veas alguna de las cosas que te platique aquí y digas: “chale”…

Saludos desde el hoyo que tenemos por ciudad y perdonen tanta leperada pero ahora si me encabroné.

Peyote Asesino