sábado, enero 22, 2011

Cuando los canallas se enamoran...




Para Paco las relaciones serias son un mal del cual es mejor no padecer. A sus 30 años es un soltero de esos que a cualquier mujer le gustaría cazar. El no se preocupa, no tiene pareja formal y tampoco la busca. Eso sí, tiene muchas “noviecitas” a las cuales ve con frecuencia para salir, divertirse un poco y pasar una buena noche. Solo eso.

En el pasado el buen Paco ya se ha topado con varias mujeres que quieren ir mas allá, pero inmediatamente y sin miramientos, Paco les aclara sus alcances… total, piensa, si de plano se ponen muy intensas… peor para ellas.

Hasta ahora se puede decir que Paco nunca se ha enamorado, nunca ha experimentado esa sensación de la que muchas de sus noviecitas hablan. No siente celos, ni remordimientos al dejar a alguna de ellas. No ha llegado a extrañar a alguien y varias veces ha tenido que dejar de contestarle el teléfono a alguna que intenta tenerlo controlado.

Pero como en todas las historias que se precien de serlo, un día pasa algo que cambia por completo la vida de Paco. Y sí, como es de suponer, una mujer aparece. Una mujer diferente a las demás…. Una que logra captar la atención de Paco, quien inmediatamente se lanza como en repetidas ocasiones anteriores, sobre la presa en turno.

Sin embargo, a pesar de que las cosas parecen de inicio ir como siempre para Paco, nada será igual. En esta ocasión no podrá dejar de pensar en ella. Querrá verla mas seguido. Invertirá mas dinero y tiempo de lo normal. Incluso será sincero y sacará lo mejor de él para agradar a la chica. Las cosas parecen ir bien, hasta que ella se empieza a alejar.

Los papeles se han invertido. Ahora es él quien llama, y es a él a quien le desvían las llamadas. Ahora es él el que siente la desesperación de no verla… de querer estar junto a ella en cada momento, esa desesperación que tantas veces trataron de describirle y nunca entendió.

La chica de la que se enamoró sale ahora con otro. Paco lo sabe y siente celos. No sabe como controlarlos y cada día que pasa se siente peor. Para la chica, Paco fue uno más en una lista que crece rápidamente.

Dentro de las relaciones es difícil empatar, comprender y ser empático. Siempre hay un vencedor y un vencido, un tirano y un oprimido, un amante pasional y un amante de ocasión. 

Nunca sabrás si la persona que mas despreciaste, que menos tomaste en cuenta, esa a quien menos quisiste o que de plano nunca pelaste, es la que realmente te hubiera hecho feliz.

Para Paco las cosas no han terminado. Sufrirá un tiempo, pero no para siempre. Ahora sabe qué buscar. Sabe qué quiere y se irá con mas cuidado para encontrarlo.

 Peyote Asesino