martes, julio 10, 2007

Los amigos son para siempre...


El tiempo de la prepa es el mejor, es donde se aprenden cosas, se conoce de todo, se conoce aquella chica especial, es el tiempo de experimentar, de conocer, de derrochar.

En mi caso así fue ese tiempo y en particular fue el tiempo en el cual conocí a muchos buenos amigos y entre ellos a mi mejor amigo. Este amigo apareció en uno de esos momentos difíciles que tuve en mi vida de adolescente, apareció con su buen carácter y su mirada tranquila, como si nada le importase tanto.

Durante muchos años él fue mi mejor amigo y los tiempos se prestaban. Nos la pasábamos en la diversión, las chicas, los juegos y el poco tiempo que nos quedaba se lo dejábamos a la escuela.

Mucha gente incluso preguntaba si éramos hermanos ya que siempre andabamos juntos y decíamos que sí dejando que muchos lo creyeran ya que en su casa me trataban como si en realidad fuera de la familia. Yo no tengo hermanos hombres, y siempre pensé que si hubiese tenido alguno me gustaría que fuera como él.

En esa época, las cosas algunas veces nos parecían muy complicadas y en varias ocasiones cuando regresábamos de alguna borrachera con los demás cuates nos quedábamos sentados en la azotea de su casa a mirar el cielo de noche y contarnos todo eso que creíamos era tan complicado.

Sin embargo las cosas cambiaron. Cuando salimos de la prepa yo me dedique a mi carrera y él se dedico a la suya. La vida nos movió mucho y aunque de vez en cuando nos veíamos, las cosas ya no eran iguales, teníamos nuevos amigos, otras novias, otros asuntos, simplemente cada quien se ocupo de su vida a pesar de que alguna vez pensamos que aunque el tiempo pasara nuestras vidas estarían muy unidas y que a pesar de todo siempre nos contaríamos todas nuestras experiencias.

Después de muchos años, le he echado de menos. Nos perdimos todo aquello que prometimos compartir. No nos vimos en su graduación, no llego a mi examen profesional, no me contó acerca de su primera vez, incluso no le di un fuerte abrazo cuando su padre murió.

Durante este tiempo él cambió. Los vicios hicieron su trabajo y el alcohol ocupó gran parte de su vida y su tiempo.

¿Cómo una amistad tan grande puede terminar así?, o mas bien, ¿será que nunca fuimos amigos de verdad?

En una ocasión nos contactamos vía mail y quedamos de salir a tomar una cerveza y conversar. A pesar de aun tener esa mirada tranquila y ese carácter relajado, noté que si había cambiado mucho y que el mundo en el que se ahora se encontraba, sus amigos y su forma de ser ya no iban conmigo y de hecho creo que no iban con él.

Después de esa ocasión me sentí muy mal. Creo que mi viejo amigo esta en problemas, no tengo las palabras para decirle que aún lo considero mi mejor amigo y que desde hace ya varios años, no he tenido ningún otro amigo como él.

En fin, creo que lo mejor será ir y decirle todo esto tal y como es y expresarle tal cual lo que pienso. Total, no pasará de que me mande al carajo o que me diga que no me importa. Entonces yo insistiré hasta que pueda ayudarlo. Para eso son los amigos ¿no?

Poco tiempo después de de que ya había decidido hablar con él, recibo una llamada de su hermana informándome con el alma destrozada que mi mejor amigo ha sido asesinado.

Durante su funeral las cosas parecían irreales, como si se tratase de un mal sueño, mas sin embargo, todo era cierto, mi amigo de la prepa había muerto.

Hasta hoy no he podido tener una amigo como él y creo que no lo volveré a tener, solo sé que nos faltaron tantas cosas que hacer…tanto que decirnos.

Únicamente sabes lo importante que es un amigo cuando ya lo has perdido...

Peyote Asesino

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...Y eso marco una pauta en la vida de varios, y por eso es que se piensa en el hoy y el ahora, en los verdaderos amigos y los que no lo son, en perdonar y olvidar, en entender o no, solo que nuestros actos basados en las desiciones que tomamos algunas veces hacen que eso no tenga sentido,... a veces un amigo necesita de tu ayuda en sus malos tiempos... solo que muchas veces no sabe pedirla.

Necesito una transfusión.

A.L.G.R

Lu García dijo...

Qué duro, qué difícil...
pero sabes qué, pérdona... que él haya cambiado, que se hayan alejado, son caminos a los que nos llevan nuestras decisiones, a veces sin ningún sentido. Perdonate tu mismo, su repentina muerte es lo que los dejo sin un "hubiera", no otra cosa.

Un gran abrazo

Lolita Terechkova dijo...

Fué quizá muy casual encontrar éste post pero, a mí me sucedió algo similar pero creo no tan doloroso. Supongo que con los años y conforme uno se vuelve adulto las cosas cambian, perdemos la inocencia y sin inocencia se acaba quizá la entrega fiel y leal.

Tenía una maestro en la secundaria que no se cansaba de repertirnos cada año que amigos como los que hiciéramos en la secundaria jamás volveríamos a tener. No sé, no hay un sólo día en el que no extrañe llegar a la secundaria y darle un abrazo fuerte a mis amigas para que se me reconstruya el universo...

Pero supongo que en la vida se viven muchas etapas y, por más doloroso o trágico que sea hay que continuar con el camino. A veces es tiempo de jugar futbol callejero y otras veces es tiempo de estar solo con tus zapatos viejos.

Al menos, podemos sentirnos dichosos de haber encontrado esa amistad verdadera que quizá pudo ser mejor, pudo ser más o menos pero lo que fué, fué muy hermoso.